(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
El ex gobernador Ángel Aguirre viene marcando la agenda
política en el estado desde la semana pasada, cuando anunció en la Ciudad de
México una probable alianza del PRD con el PRI, de cara a los comicios de 2021.
Claro que en el ámbito estatal, el líder del partido matizó
el tema y dijo que, en efecto, el PRD va por la construcción de una gran
alianza electoral, pero que primero buscarán la adhesión de la izquierda. Y que
de no ser posible concretarla con Morena, pues luego entonces buscarían al PRI.
Se sospechaba que la búsqueda de diálogo con Morena era un
mero pretexto para descartar a los lópezobradoristas y justificar la alianza
con el PRI. El fin de semana, el ex gobernador se reunió con diputados y
alcaldes, entre ellos Adela Román, de Acapulco, a la cual exhibió en sus redes
sociales. Fue la alcaldesa la que dijo que no se trató de un encuentro privado
con Aguirre, sino colectivo, y que asistió en su calidad de mujer política;
aunque, claro, sin compromisos porque simplemente Adela no tiene capacidad para
definir la ruta que su partido, el Morena, habrá de tomar en 2021.
Pues bien, ayer, el ex gobernador se reunió con el alcalde
de Chilpancingo, Antonio Gaspar (quien por cierto salió del grupo político del
gobernador Héctor Astudillo Flores). Fue un encuentro privado, pero obviamente
se propició la presencia de la prensa –como suele suceder en estos casos-, y la
entrevista fue inevitable.
En ésta, Aguirre fue contundente al indicar que la ruta más
factible para el PRD es su alianza con el PRI, algo que no debe escandalizar a
nadie, porque ya el partido ha hecho alianzas con partidos de derecha, como
sucedió en efecto el año pasado, pero sobre todo en su propia campaña de
2010-2011, cuando a la gran coalición que lo llevó al poder se sumó el PAN,
pues ambos partidos ya venían desde 2009 de una ruta de alianzas denominadas
“estratégicas” e impulsadas por Los Chuchos, con Beatriz Mojica Morga como
encargada de ellas.
Pero lo más sorprendente es que Aguirre no se descartó para
competir por tercera vez a la gubernatura del estado de Guerrero. Y esto es
ahora el tema de discusión. ¿De verdad el ex gobernador se lanzaría a otra
batalla de este calibre? ¿O el que recibirá su respaldo será Toño Gaspar?
Primero, no es de extrañar que dos partidos que quedaron tan
disminuidos en la elección reciente, busquen una alianza para presentar una
candidatura común, con el ánimo de contener el avance de cualquier morenista
–que a decir verdad con varios, pero hasta ahora ninguno con piernas de jinete
para alcanzar la máxima magistratura del estado. Decir que el candidato a
gobernador de Morena que resulte, podría competir impulsado solamente por lo
que se logre de aquí a 2021 por el gobierno de López Obrador, es un sinsentido,
pues si no sucedió cuando éste era candidato, menos sucederá ahora que ya está
en el ejercicio del poder; simple y sencillamente porque el poder desgasta a
cualquiera. Y si no, habría que preguntarle, por ejemplo, a Adela Román si es
lo mismo ser candidata que alcaldesa. O a Pablo Sandoval Ballesteros, sobre
quien están recayendo todas las quejas de Morena, por su plan avasallador.
Volviendo al tema, consideramos que de verdad una alianza
PRD-PRI acabaría con cualquier intento de Morena por tomar el gobierno de
Guerrero, partiendo de que en este partido no hay tela de donde cortar.
Pero hay una duda en este escenario, que dará mucho de qué
hablar en los próximos meses y años: ¿El plan de Aguirre es también el plan del
PRI? ¿Trabajarán los priístas para traspasar al PRD el poder? ¿Y, más aún, trabajarán
para que Aguirre retorne al gobierno estatal? Lo dudo, de verdad.
Hasta ahora, el PRI nacional no se ha pronunciado al
respecto. Al contrario, se observa más bien una alianza estratégica con Morena,
como en su momento lo hicieron con el PAN, de lo cual depende su supervivencia.
Tampoco la dirigencia del PRD en el país ha dicho nada sobre
el plan de Aguirre. Y en lo local, varios líderes perredistas ya mostraron su
inconformidad, entre ellos el diputado Celestino Cesáreo Guzmán.
Estemos atentos al desenlace de este novelón, estimado
lector, porque pensamos que ya todo está dicho en política, pero la verdad es
que ese mundillo está lleno de grandes sorpresas.