DENTRO DE LAS POSIBILIDADES DEL GOBIERNO, SE CONTINUARÁ APOYANDO A ORGANIZACIONES CAMPESINAS: ASTUDILLO FLORES

El gobernador Héctor Astudillo Flores se reunió con integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), acompañados de su líder estatal, Marco Antonio Reyes Campos, a quienes expresó que su gobierno, en el ámbito de sus posibilidades presupuestales seguirá apoyando las gestiones de organizaciones campesinas.

Durante la reunión de trabajo celebrada en la sala Vicente Guerrero de Palacio de Gobierno, Astudillo Flores, acompañado del secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del estado (Sagadegro), Juan José Castro Justo, reconoció que al impulsar al campo se abren posibilidades de desarrollo para los guerrerenses que dependen de esta actividad económica.

EL SITIO DE VIAJES MÁS GRANDE DEL MUNDO, TRIPADVISOR, UBICA A IXTAPA-ZIHUATANEJO EN LOS 10 PRIMEROS LUGARES PARA VACACIONAR

* La plataforma turística da a conocer que los altos índices de ocupación y a su variada oferta, ubican a este destino entre los preferidos a nivel internacional

ZIHUATANEJO.- Un estudio realizado por la plataforma TripAdvisor, el sitio de viajes más grande del mundo, ubicó a Ixtapa-Zihuatanejo dentro de los diez primeros lugares más populares para vacacionar para el turismo internacional.

TripAdvisor basa sus resultados en las altas cifras de ocupación hotelera registradas en la pasada temporada vacacional, pero además a la planeada agenda de promoción y a la visión del gobernador Héctor Astudillo Flores para consolidar a Guerrero como destino turístico preferido para descansar.

Sobre este mismo punto, agrega la empresa turística, en este mes de enero se registraron índices altos de ocupación hotelera en este binomio de playa, gracias también a la llegada de turismo extranjero especialmente el canadiense, así como cruceros y el retorno vuelos y la apertura de nuevas rutas aéreas.

Este destino de la Costa Grande ofrece un sinfín de alternativas para todos los gustos, como viajes de auto descubrimiento, vacaciones familiares o escapadas románticas, además de que el sitio web estadounidense proporciona reseñas de contenido relacionado con viaje, reconoce que Guerrero cuenta con uno de los lugares espectaculares para el descanso y diversión.

El sitio de viajes más grande del mundo, menciona asimismo que Ixtapa-Zihuatanejo llama la atención por sus atractivos naturales, importantes servicios turísticos y por las actividades que ofrecen para descansar y divertirse, los turistas pueden estar en contacto con la naturaleza desde un recorrido por Park Bio La Escollera, parque ecológico construido con fines ecoturísticos y educativos, ya que el principal objetivo es proteger a la flora y fauna de Guerrero, abierto todos los días de nueve de la mañana a cinco de la tarde, con tours guiados.

De igual forma, vivir la experiencia de observar a diversos reptiles en su ambiente natural, siendo inofensivos y dando un gran espectáculo a los visitantes en Playa Linda. En tanto que en el Refugio de Potosí, ubicado a 25 kilómetros de Ixtapa-Zihuatanejo, se encuentra un parque ecológico selvático para pasear dentro de la naturaleza y conocer la vida silvestre. Aquí encontrarás animales como mariposas, iguanas y guacamayas, entre otras especies. El lugar tiene una torre de 15 metros para observar los paisajes y está abierto de 9 a 5 de la tarde.

Arrancó la actividad en la liga ADEMEBA de basquetbol

ALDO VALDEZ SEGURA

Un nuevo torneo arranco en la liga ADEMEBA de basquetbol, los equipos lucharan a lo largo de varias jornadas en busca de la supremacía, en estas en los primeros lugares del certamen, pero eso no es lo más importante; lo que más destaca es el crecimiento de los deportistas.

Alrededor de 50 equipos divididos en sus diferentes categorías emprenderán el vuelo en busca de ser los mejores, de dar el extra en cada enfrentamiento, si algo ha caracterizado a la liga ADEMEBA, es el fomento del basquetbol en infantes, aparte de contar con el nivel más competitivo en sus categorías libres.

Para este nuevo campeonato, los equipos se reforzaron hasta los dientes, ya que la competitividad en la liga ADEMEBA es alto, así que buscaron refuerzos, en lo que se refiere a las categorías inferiores estas están en crecimiento y buscaran explotar su potencial ya que se aproximan competiciones de carácter nacional.

San Jeronimito goleó a la Noria

ALDO VALDEZ SEGURA

Con un contundente 6-0 la escuadra de San Jeronimito regresó a casa como por copiloto los puntos que dejó la jornada número 25 de la liga Premier de futbol en su categoría de veteranos, le pusieron un baile a un equipo de la Noria que lucho pero no tuvo la mejor de sus actuaciones.

Dicho enfrentamiento se llevó a cabo ayer por la tarde en el campo 1 de Blanco. Fue una primera mitad intensa, en donde los dos equipos lucharon por imponer condiciones, pero nadie pudo establecer su dominio, se metió fuerte la pierna, varias tarjetas amarillas tuvo que sacar el silbante para que el duelo no se les fuera de las manos.

Una vez que los equipos se dedicaron a jugar, se pudo observar buen futbol, capacidad de sobra mostraron, pero en esta ocasión a la Noria no le salió nada, todo lo contrario con los del “barrio”, sus delanteros no perdonaron estando frente al objetivo, ahí fueron letales, José Madrigal hizo un doblete, Julio García, Andrés Torres, Salvador y Antonio Fierro, cada uno colaboro con una diana.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Bienvenidos los narcos

Raymundo Riva Palacio

El mismo día que concluyó el juicio en Nueva York contra Joaquín El Chapo Guzmán, y el secretario de la Marina, Rafael Ojeda, informó que el Cártel de Santa Rosa de Lima era responsable de los bloqueos para sabotear los operativos contra el robo de combustible en Guanajuato, el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que ese 30 de enero de 2018, a menos de dos meses de iniciar la Cuarta Transformación, acabó la guerra contra el narcotráfico. “Oficialmente, no hay guerra, nosotros queremos paz”, subrayó. Y dijo:

“No se han detenido a capos porque no es nuestra función principal. La función principal del gobierno es garantizar la seguridad pública, ya no es la estrategia de los operativos para detener a capos. Lo que buscamos es que haya seguridad, que podamos disminuir el número de homicidios diarios. Lo que me importa es bajar el número de homicidios, el número de robos, que no haya secuestros. Eso es lo fundamental, no lo espectacular”.

La declaración, por el hecho mismo de serla, fue insólita, pero no para extrañarse de nada. Desde que se comprometió a dar amnistía a los narcotraficantes antes de iniciar su campaña presidencial, esbozó lo que haría al llegar a la Presidencia. Su objetivo era reducir los índices de criminalidad y restablecer la seguridad y confianza entre los ciudadanos, pero a su manera. No aceptó la estrategia del presidente Felipe Calderón -utilizada en Colombia, Italia y Estados Unidos- de combatir intensamente a toda la estructura criminal, que provocaba como externalidad una alta cuota de muertes en un principio, y que después de varios tropiezos adoptó el presidente Enrique Peña Nieto. Tampoco tenía tiempo para estrategias de largo plazo. Lo suyo sería administrar el narcotráfico: no se mete con ellos a cambio que los cárteles guarden las armas y pacifiquen el país.

Administrar el narcotráfico en lugar de combatirlo, no es una estrategia que va a admitir explícitamente el presidente que está haciendo. Lo que hará es lo que hicieron muchos gobiernos priistas en el siglo pasado, permitir que los cárteles de la droga hagan su negocio -producción, distribución, trasiego y comercialización- a cambio que no se peleen entre ellos ni confronten a las fuerzas de seguridad. En el pasado, como era la circulación de las élites en el viejo régimen, uno o dos cárteles eran atacados por el gobierno en turno, y al siguiente eran otros los perseguidos. De esa forma, todos sabían que, como en el sistema político, era una rueda de la fortuna donde los beneficiados hoy, serían afectados mañana.

Calderón modificó el status quo. Confrontó a todos los cárteles al mismo tiempo, con los cuales se modificó el incentivo para no pelear contra el adversario, sino pactar territorios e impuestos criminales para el derecho de paso, con lo cual no obligaban al Estado a actuar con fuerza. El cambio fundamental fue que los cárteles tuvieron que pelear entre ellos para sobrevivir, que fue el detonante de la violencia. Bajo esa estrategia la delincuencia se atomizó y se mudó de delitos federales a delitos del fuero común. Por ejemplo, los matones del Cártel de Tijuana, al quedarse sin dinero para sus nóminas por los golpes federales, se mudaron al secuestro exprés, que se incrementó en 200%. Los Zetas, que se habían quedado sin droga, entraron primero a la piratería, y después a vender protección y contrabando humano. Los hermanos Beltrán Leyva comenzaron a subcontratar asesinos en el Valle de México, y de su desmantelamiento surgieron Guerreros Unidos y Los Rojos, y de ellos, una mayor atomización de bandas criminales, como sucedió también con el Cártel de Juárez.

Esta es la parte de la película que ve a medias el presidente López Obrador. Quiere una Guardia Nacional con disciplina, adoctrinamiento y mando militar para enfrentar a las pandillas criminales que no alcanzan a ser consideradas cárteles -al no controlar todo el sistema de producción del negocio del narco-, pero que están metidas en el narcomenudeo, asesinatos, secuestros, robos y extorsiones, por mencionar los delitos más comunes del fueron común, sin enfrentar a los cárteles de la droga, cuyos delitos contra la salud y lavado de dinero son federales. El eslabón débil de esa estrategia es desconocer en la práctica operativa, los vasos comunicantes de la droga entre los criminales.

Por ejemplo, las bandas que ven la Ciudad de México como botín, tienen alianzas o dependen de mercancía de los cárteles de la droga que, a la vez, les suministran respaldo de fuego. Si el presidente cree que desmantelando la Unión Tepito, que es la que controla la vida a espaldas de Palacio Nacional y cobra protección a sus habitantes, desaparecerá el crimen, está equivocado. Siempre habrá quien remplace a sus líderes para que la cadena productiva criminal que sale de Culiacán o Matamoros, no merme sus utilidades ni afecte su generación de cuadros. Durante todo el sexenio, debe saber, tendrá como vecinos a criminales.

Para que la administración del narcotráfico funcione como en el pasado, este país tendría dejar de consumir de drogas, lo cual es imposible. Desde 1996 México se convirtió en consumidor de drogas, y es un camino sin retorno. Pero López Obrador ya formalizó su decisión: perdón para los capos de la droga y garantías que no los perseguirá. Entonces, si reducen la violencia, volverán los tiempos de antaño donde el narcotráfico convivía entusiastamente con el poder. Los mayos, los menchos, los caro quintero, los zetas y todos los demás que controlan el crimen organizado podrán estar tranquilos. Sólo tienen que restablecer sus viejos pactos y quitar el dedo del gatillo.

Nota: Por ser un día feriado, el próximo lunes no aparecerá esa columna.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Editorial

Leer noticias y no morir en el intento

Es evidente que la información juega un papel central en nuestra vida personal y comunitaria. Tener información en cantidad y calidad suficiente es indispensable para tomar buenas decisiones. Nos ayuda a formar nuestra opinión acerca de cómo los eventos se correlacionan, permitiéndonos hacer hipótesis que explican el mundo; nos auxilia a unir medios con fines, escogiendo el camino que pensamos mejor; nos posibilita evitar el peligro, o ir en ayuda de los(as) que se encuentran en él. La información da contenido a los criterios que guían nuestras decisiones -las conductas y valores que consideramos modelos y que forman nuestras identidades y racionalidades-. Tener buena información es indispensable para la supervivencia de las personas y de las sociedades; así como para el mantenimiento de la democracia, la transparencia y la rendición de cuentas. Gracias a ella vivimos más y en un entorno más justo.

Sin embargo, la mera disponibilidad de datos, y las tendencias que se generan como resultado de su consumo, no resuelve el problema de cómo interpretarlos. El hecho que millones de personas en el mundo sepan, más o menos en tiempo real, qué sucede en torno a determinados eventos señala que éstos son importantes. No obstante, saber lo que todos(as) saben no siempre es equivalente a identificar los problemas centrales, que es lo que -a la larga- permite encontrar soluciones. Para entender la información es indispensable poder relacionarla con otros datos, lo que a su vez requiere la capacidad de ponderar: distinguir lo importante de lo que no lo es. “¿Qué implicaciones tiene esto, en el mediano y largo plazo?”, “¿Qué significa esto?” son preguntas que es necesario responder para tener guías de interpretación.

En el fondo, para leer las noticias es necesario tener una hipótesis sobre el misterio del mal, que vaya más allá de establecer una estrategia para no convertirse en sus víctimas. Particularmente en estos últimos días, nos hemos confrontado a tragedias terribles y dramáticas, que lanzan al abismo a las personas y a las comunidades. A pesar de esto, la realidad misma, la dignidad humana y los ejemplos luminosos de personas que, aún en medio de la tragedia, muestran esperanza y valentía al confiar en los demás, nos sugieren que hay otras posibilidades. Existen otros criterios, otros modelos, para ponderar la información, para distinguir lo relevante de lo que no lo es.

Cada vez que leemos noticias nos enfrentamos a una oportunidad de reflexión y a una elección. ¿Qué criterio usaré para interpretar la información? ¿Qué opinión me merecen los acontecimientos? ¿Existen aproximaciones que me dan una visión unificada de la realidad? Esta visión ¿me posibilita colaborar con los(as) demás para encontrar soluciones, o solamente me encierra en mi mismo(a)? Una ciudadanía activa y responsable se construye desde estas actitudes básicas. Para leer noticias y no morir en el intento debemos acostumbrarnos a pensar y ponderar, rumiar y cavilar sobre lo que hemos leído; después de leer, el silencio. Los significados no aparecerán de manera evidente ni a la primera, pero es esencial que realicemos estos ejercicios. En estos tiempos, nuestra democracia requiere ciudadanos razonables y ecuánimes, adultos, que vivan hasta las últimas consecuencias las implicaciones de su capacidad de elección.

¿Y después de Tlahuelilpan…?

Pablo Raphael

Una semana antes de la desgracia, un grupo de soldados que custodiaba los ductos de Pemex en la zona de Tlahuelilpan, Hidalgo, fue agredido por huachicoleros. Tres elementos del Ejército fueron retenidos contra su voluntad y 72 horas después los criminales liberaron al último. 

Desde 2014 hay reportes de seguridad que refieren a la banda criminal que administraba las tomas clandestinas en esa región. La comunidad sabe que su base no está en Tlahuelilpan, sino en la población vecina de Teltipán de Juárez. 

Entre los líderes huachicoleros destacaba Julio César Zúñiga Cruz, apodado por sus compañeros como La Parka. Se trata del mismo sujeto que, 24 horas después del incendio, fue baleado en la carretera Mixquiahuala-Tlahuelilpan y murió antes de llegar al hospital. 

Sería ingenuo suponer que no hay vínculo­ entre los tres eventos: el secuestro de soldados, el incendio de la toma clandestina y el asesinato de Zúñiga Cruz. Sin embargo, no existe todavía información suficiente para ligar, en una narrativa comprensible, los elementos que explicarían la tragedia responsable de segar una centena de vidas humanas. 

Rubén Salazar, consultor en seguridad para asuntos energéticos de Etellekt, señala que el robo de combustible en los ductos de Pemex no es un hecho nuevo: hay registro de tomas clandestinas desde que se instaló el ducto que se extiende de Tuxpan a la refinería de Tula. 

Sin embargo, es a partir del año 2004 cuando el robo hormiga se transformó en un negocio ligado a los grandes cárteles del crimen organizado. En Hidalgo, concretamente, fueron Los Zetas –encabezados en ese momento por Heriberto Lazcano Lazcano, alias El Lazca–, quienes escalaron en volumen y sofisticación este negocio criminal. 

Los Zetas contrataron a pequeños grupos locales para que robaran el combustible y luego se hicieron cargo de comercializarlo a granel. 

Subraya Rubén Salazar que, hacia 2009, el gobierno de Felipe Calderón compartió con las autoridades de 400 municipios los planos de los ductos de Pemex por donde fluye el combustible. El propósito, se dijo, fue sumar a ese ámbito de gobierno en el combate contra los huachicoleros. 

¿Inocencia o perversidad? Después de esa decisión, los planos de esos ductos cayeron en las manos equivocadas. Las empresas criminales dedicadas al robo y comercialización de hidrocarburos compraron predios y construcciones adyacentes a los tubos para potenciar, con mayor comodidad, el hurto. 

Gonzalo Monroy, experto de la consultora GMEC, advierte que, al principio, el combustible robado se revendía entre transportistas que requerían volúmenes grandes de diésel o gasolina, pero a partir de 2014 la población civil también decidió adquirir el combustible ilegal, debido a la diferencia de precios. 

“¡Vamos por la gasolina de a diez!”, cuenta el reportero Alejandro Torres Castañeda, de Noticiario Retrovisor, que convocaba la gente de la región. El ahorro de ocho o nueve pesos por litro de gasolina no es argumento menor, sobre todo en épocas de dificultad económica. 

El negocio de combustible robado se volvió aún más jugoso y masivo en los últimos cuatro años. El gobierno de la República asegura que, sólo en 2018, fueron extraídos ilegalmente más de 60 mil millones de pesos en combustible, lo cual implicaría que, durante la última década, Pemex sufrió pérdidas aproximadas por 250 mil millones de pesos relacionadas con esta forma corrupta de extracción. 

Mientras esto ocurría, germinaron las pequeñas organizaciones responsables del robo hormiga a lo largo de la geografía por donde corren los ductos de la paraestatal. Lo mismo en Nopalucan de la Granja que en Palmarito, Puebla, en Acambay, Estado de México, o en Mixquiahuala, o Teltipán de Juárez, en Hidalgo. 

Las bandas recolectoras del huachicol no son las responsables de vender el producto al mayoreo, porque esa es tarea de los cárteles grandes. Se añade, en este contexto, la pugna por el territorio de la criminalidad que han emprendido esas empresas de talla mayúscula.

La región donde se encuentran las poblaciones de Tlahuelilpan, Mixquiahuiala, Teltipán y Tula sufre hoy en día la disputa violenta entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y los antiguos Zetas. 

Hasta el fin de semana de la tragedia, el grupo criminal que controlaba el tramo preciso del ducto que hizo explosión estaba bajo las órdenes de una banda cuyo centro de operaciones está en Teltipán de Juárez. Y, en efecto, Julio César Zúñiga Cruz, alias La Parka, era una de las cabezas de esa organización local. 

Fuentes reporteriles de Tula informan que dicho sujeto habría participado en el secuestro de los soldados ocurrido la semana previa al accidente, hecho que lo colocó bajo la mira de autoridades y enemigos, incluso antes de que sucediera la tragedia. 

Pero Zúñiga Cruz no era el único líder huachicolero de la región, ni su asesinato desmantela el negocio o las operaciones de la organización para la cual trabajaba. El sujeto es una mera hebra del extenso tejido empresarial detrás del robo de combustible en la zona de Tula. 

Afirma el presidente municipal de Tlahuelilpan, Juan Pedro Cruz Frías, que en su pueblo la gente no es huachicolera, y tiene razón: los huachicoleros viven y despachan en Teltipán de Juárez y, excepto a Zúñiga Cruz, hasta el día de hoy a nadie más le ha sucedido nada.

La credibilidad en la lucha contra el control del territorio que tienen las grandes organizaciones del crimen organizado depende en este momento de la manera como el gobierno de Andrés Manuel López Obrador atienda la crisis de Tlahuelilpan. 

Dejar las cosas como están en términos criminales, aunque se repartan apoyos sociales al por mayor, sería una simulación. 

Desmantelar la banda de Teltipán de Juárez que secuestró soldados, provocó la fuga del ducto de Tlahuelilpan y controla la región de Tula es un mandato que la realidad impuso como ineluctable.

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